miércoles, 14 de noviembre de 2012

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Quien lo diria...

Quien lo diria…

Nadie me aviso, no había indicador alguno.
Nadie me dijo: “Aquí, te puedes tropezar con la luna”
Y mírame, acostada junto a ti.
Con el cielo salpicado por un millón de estrellas,
celosas de ver tu blanca piel sobre mi pecho.
Nadie nos observa esta noche, salvo ellas.
Y mi alma se llena de tu mágica ternura.
Cuando cierro mis ojos deslumbrados por los tuyos,
empiezo a sentir sobre mi piel tu geografía,
Mar de tranquilidad sobre mi estomago
Tu norte oprime mi pecho
Mientras Lagos de Ilusión flotan sobre mi cabeza.
Quien lo diría, que yo una humana común , aprenderia tu geografia.

Escrito Enero 2007

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