Ya las olas dejan de chocar contra las rocas, ya su furia es menor, el sol empieza a reflejarse de nuevo en el agua.
Ya puedo pensar, ninguna nube se interpone a mi calma.
Ya escucho el silencio, y lo convierto en aliado.
Ya puedo verte, seque mis lagrimas, quizas se secaron solas, despues de lanzarse al vacio.
Respiro… respiro despacio, siento el aire llenando la plenitud de mi alma, un enlace perfecto… un momento mágico.
Ya puedo casi sonreir… ya no duele… todo paso…
Mar en calma… si por fin mar en calma.
Junio de 2007
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